martes, 6 de octubre de 2015

LA COMUNICACIÓN EXPLICATIVA ENTRE EL PROFESOR Y LOS ALUMNO



UNA PEDAGOGÍA DEL ASOMBRO
LA COMUNICACIÓN EXPLICATIVA ENTRE EL PROFESOR  Y LOS ALUMNO

El profesor es un adulto: a los ojos del niño él representa el saber y el poder. Es decir, que intervendrá en la comunicación explicativa como la presencia tutelar a quien el niño se dirige para resolver sus problemas.  El profesor será, ante todo, a quien se le pidan explicaciones y quien la dé.
Pero este status de adulto y las finalidades de toda educación hace de él igualmente la persona que debe elevar al niño a su nivel y que tiene que hacer surgir, en el seno de las preocupaciones infantiles, preocupaciones más maduras.
La práctica tradicional de la clase, bajo el nombre de método interrogativo no existe si ejercer ya estas actividades, pero la condiciones en que se desarrolla entonces la comunicación explicativa hacen que el asombro prácticamente se encuentren eliminados.
En la clase tradicional el alumno se dirige al profesor y le pide explicaciones. La mayoría de las veces esa preguntas no son más que episódicas y se colocan al principio del deber: el alumno no ha comprendido muy bien la tarea que debe realizar: pregunta qué debe hacer. En fin el momento del trabajo manual es el momento privilegiado donde se instaura la comunicación.


EL PROFESOR Y LOS MEDIOS INFORMATIVOS EN UNA CLASE NO DIRECTIVA

Nuestra pedagogía está fundada en esta verdad de base: La superioridad del aprendizaje sobre la enseñanza. Se conoce el adagio rogeriano: “La enseñanza mata el aprendizaje”. El maestro es en su clase el agente principal de un cierto número de informaciones.
La ambivalencia del estatuto de experto
La eficacia de la aportación profesoral dependerá sobre todo de que el profesor se niegue a  sacar provecho de su condición de experto principal para establecer su prestigio
En cualquier grupo humano dedicado a una tarea particular quien está informado sobre los datos del problema o sobre los elementos de solución se convierte en objeto de atracción para los otros miembros.
Ningún profesor deberá perder jamás de vista la ambigüedad de su status dentro del grupo humano que es la clase.
La enseñanza ocasional
El profesor dispone de muchos medios para poner su haber a disposición  del grupo que lo solicita. En el régimen no-directivo, donde la confección de los programas y la elección de los temas dependen engrana parte de la decisión de los alumnos, el profesor se verá obligado a multiplicar este tipo de intervención.


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